En mis momentos de reflexión y pensamientos en distensión, fugan de mi mente las palabras, mayormente inspiradas con el agradable ambiente que a mis espaldas penetra por la ventana: el olor a humedad de la noche y el cielo nocturno en la madrugada ayudan a la evasión de sentimientos convertidos en palabras y plasmados con facilidad en estas entradas.
Los textos son bastante románticos, pues el amor es la base de los sentimientos humanos, considero. Salen de mí cosas así, desde lo más sádico hasta romántico...
Es cuando sentimos la ausencia de alguien el momento en el que queremos "morirnos”,
dejar libre nuestra alma por las calles hasta el lugar donde él se nos halle.
Encontrar al fin a esa añoranza que nos hace apenar y poder sentir la felicidad, aunque entristecedora, momentáneamente...
Y volver a despertar... despertar con la almohada mojada por las lágrimas derramadas mientras el sueño nos relajaba, deseando materializar lo que cada noche vemos y sentimos como una realidad.
Apareces, me das felicidad. Pero luego marchas y me vuelvo a acongojar...
¿Por qué te vas? si te veo feliz...
¿Por qué te vas? ¡¡Quédate junto a mí...!!
Ojalá volase para seguirte en tus viajes, siendo invisible para no alarmarte...
Ojalá no hiciera falta estar en silencio, y poder demostrarte todo lo que siento...
Ojalá consiguiera enamorarte y darte felicidad constante... pues a mi lado no hará falta que te ates...
Jamás presionaría para que me amases,
jamás suplicaría que a mi lado solo anduvieses.
Libertad ante todo, pero con un amor compartido
para los dos, sin presiones si castigos.
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