30 de agosto de 2015

Relato - La chica del tren o cómo la chica volaba sobre los pájaros (2/2)

Con la imagen de su rostro mirando el cuaderno me quedé completamente dormido. Desperté unos minutos después en mi asiento, con los cascos en mis oídos. Sonaba "Staralfur" de Sigur Ros. Al recobrar conciencia, la busqué inquietado, pero había desaparecido. Tan sólo dejó su cuaderno. Me acerqué de inmediato y lo tomé entre mis manos. Misteriosamente, donde antes había sombra, apareció una chica dibujada sobre la golondrina de la portada, como si fuese un pequeño duende que otea el mundo desde los aires. Tenía la misma carita que la chica que pude contemplar y me sentí triste. Pasé mis dedos sobre su cara y mis dedos quedaron tiznados: estaba fresco, recién pintado. El tacto del cuaderno era rugoso como el papel cartón y la tinta estaba fría. Quedé perplejo. Además, la golondrina estaba emborronada, ensombrecida. El tren anunció su última parada.

Las puertas se abrieron, el guarda anunció abandonar el tren. Di un paso hacia la salida; una golondrina voló sobre mi cabeza al exterior.