Yo... mmm... no sé vosotros, pero yo no quiero que mis hijos vivan en un mundo artificial y sin árboles, ni qué menos... pasar mi vejez sin respirar aire puro.
¡¡RECICLEN!! ¿Qué les cuesta?
A todos esos compañeros de piso que tiran cáscaras de huevo en la bolsa de los plásticos, cartones en la orgánica y plásticos pequeños donde pillan. ¡¡RECICLEN!!
Cartones van separados de plásticos, de orgánicos y de vidrios.
Orgánicos van separados de plásticos, de vidrios y de cartones.
Plásticos van separados de cartones, de vidrios y de orgánicos.
Vidrios van separados de plásticos, de cartones y de orgánicos.
¡PILAS APARTE! No crean que son orgánicas, ni plásticos... ni, por Dios, cartones; no, no son cartones.
No es tan difícil, creo que es más complicado aprender a encender un puto televisor. ¿Qué? ¿Que no es difícil? ¡Por supuesto que no! Entonces, reciclar lo es menos.
POR UN MUNDO LIMPIO y por supuesto, renovado. NO A LA TALA INNECESARIA DE ÁRBOLES NI A LA CONTAMINACIÓN POR LA DESCOMPOSICIÓN PAULATINA DE PLÁSTICOS EN EL MEDIO. Entre todos, echando los cartones y papeles (folios, cartulinas... -no, los del váter no-) en su cubo correspondiente, podemos hacer un futuro mejor.
PORQUE MIS NIETOS JUGARÁN ENTRE LOS ÁRBOLES MIENTRAS YO ALIMENTO PALOMAS EN EL BANCO DE UN FRONDOSO PARQUE, ¿VALE?
¡¡RECICLEN!!
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